El concepto de selección natural surge a partir de la
teoría evolutiva planteada por Charles Darwin, científico que nació el 12 de
Febrero de 1809 y murió el 19 de Abril de 1882. A bordo del Beagle, un viaje en
el que Darwin se limito a observar las especies de animales de cada lugar por
el que pasaba este barco, y tras una larga investigación y espera, se dio
cuenta que no todas las especies se estructuran de igual manera y que esta
diferenciación se evidencia en los distintos ambientes en los que tales
especies se desenvuelven. A partir de esta conclusión, se decide a postular su
teoría en 1838.
La teoría de Darwin se fundamenta con la selección
natural que es el proceso natural en el que el medio ambiente escoge su
sobreviviente: Se trata de una sobreproducción de individuos con
características individuales diferentes (mutaciones) que pueden ser más o menos ventajosas
para el siguiente paso: la selección natural. El papel de esta, es escoger los
individuos más aptos para el medio ambiente, es decir, el individuo con
características que sean más aptas para vivir en el medio en el que vive,
sobrevive, mientras el menos apto, perece.
Los seleccionadores naturales pueden ser: el medio ambiente, la competencia ya sea por comida, hábitat o pareja y los depredadores. Estos seleccionadores son los que escogen y por los que los individuos deben pasar para sobrevivir y dar resultado a siguientes generaciones.
Se puede decir también que la selección natural se da
de tres maneras. La primera llamada selección direccional, favorece las
características de un lado extremo más no el promedio ni las características de
su lado opuesto. La segunda favorece a las características promedio y es
conocida como selección estabilizadora. Y por último, la selección disruptiva o
disociadora favorece a las características de los dos extremos. Por ejemplo: dentro de una especie, más
específicamente, dentro de los seres humanos, podemos hablar de la
característica de la estatura en la que pueden haber individuos altos, bajos o
promedio. En este caso, la selección direccional favorecería a los individuos
altos mas no a los bajos ni al promedio, la selección estabilizadora
favorecería el promedio y la disruptiva favorecería tanto a la estatura alta
como a la baja.
En conclusión, puedo decir que la selección natural es un proceso fascinante, provocado por la misma naturaleza y es el medio por el cual las especies evolucionan para dar como resultado a otras adaptaciones y especies que darán lugar a otras generaciones en las cuales se aplicará este mismo fenómeno y así sucesivamente generación tras generación. También puedo decir que aunque la teoría evolutiva de Darwin era incompleta, fue un gran aporte para la evolución y uno de las bases para las siguientes teorías evolutivas.